lunes, 2 de marzo de 2015

CREATIVIDAD & LENGUAJE




Esta tarde, buscando algunas ideas sobre  qué actividades  se podrían hacer con los niños tras la lectura de un cuento, me he encontrado con un libro muy interesante del autor Gianni Rodari, titulado “La Gramática de la Fantasía”.

El propio autor define el libro de la siguiente manera:
<<…no es ni una teoría de la imaginación infantil, ni una colección de recetas, un “sabores” de las historias, sino, creo, una propuesta para poner junto a cuantas tiendan a enriquecer de estímulos el ambiente (casa o escuela, no importa) en el que crece el niño. La mente es una. Su creatividad se ha de cultivar en todas las direcciones. Las fábulas (escuchadas o inventadas) no son “todo” lo que sirve al niño. El uso libre de todas las posibilidades de la lengua no representa más que una de las direcciones en que puede expandirse... La imaginación del niño estimulada para inventar palabras aplicará sus instrumentos sobre todos los aspectos de su experiencia que desafíen su creatividad. Las fábulas sirven a las matemáticas como las matemáticas sirven a las fábulas. >> (Rodari, G. 1993. Gramática de la fantasía.)

En este libro, tal y como hemos leído, Rodari expone varias actividades, juegos o métodos, basados en el lenguaje, que estimulan la creatividad.

El primero de estos métodos es denominado “binomio fantástico”. Dicho método consiste en contraponer dos palabras que no tienen nada que ver entre sí. Con ambas palabras, los niños deberán utilizar su imaginación para crear una relación entre ellas. Un ejemplo que propone el propio Rodari es el desarrollo de un cuento a partir del binomio “armario-perro”.  Además el propio autor aconseja que para que el juego resulte más enriquecedor las palabras sean escogidas al azar.

            El segundo método que se nos propone es el de la “hipótesis fantástica”. En este caso el juego consiste en buscar la relación entre un sustantivo y un verbo escogidos al azar. Un ejemplo de ello con las palabras llorar y arcoíris sería: “¿Qué pasaría si los seres humanos lloraran arcoíris?

            Otro tipo de juego es el denominado “prefijo arbitrario”, a través del cual formaremos palabras nuevas con la unión arbitraria de un prefijo y un sustantivo. Para esta actividad Rodari nos propone realizar dos columnas, una de ellas con prefijos y la otra con sustantivos, de tal modo que podamos crear una gran variedad de palabras nuevas.

            La cuarta actividad propuesta es el “error creativo”. El autor nos plantea usar los errores para crear nuevas ideas, casi siempre de tipo humorístico.  Por ejemplo el  error ortográfico  de “conrazón” en lugar de “corazón” puede resultar muy beneficioso para trabajar con él en el aula.

            Otra propuesta es “el elemento extraño”. Para llevar a cabo esta actividad se les dará a los pequeños una lista de palabras y a través de ellas deberán imaginar y construir una historia.

            El autor también nos propone el método “cuentos en clave obligatoria”. En esta actividad se les proporcionará a los alumnos dos premisas: un cuento que conozcan previamente y un concepto o dato nuevo que deberán introducir en el cuento. Por ejemplo el cuento de “Hansel y Gretel pero que en vez de estar ambientado en el bosque esté ambientado en una ciudad. La complejidad de esta actividad dependerá de la edad de los niños con los que estemos trabajando.

            Por  último se nos propone la llamada “creación de personajes” a través de binomios con el fin de inventar un nuevo personaje. Gracias a la creación de estos personajes, como por ejemplo “hombre de hierro” podremos intuir cómo serán sus aventuras. Si escogemos como personaje al “hombre de hierro” podemos suponer que no será muy rápido o que no será muy ágil.

Personalmente, la lectura de estos métodos me ha resultado muy interesante y curiosa, ya que no se me había  ocurrido nunca antes trabajar la creatividad del modo en el que Gianni Rodani la ha propuesto. Además con estas actividades el alumnado no solo fomenta su creatividad sino que también amplía su vocabulario y explora las posibilidades del lenguaje.

Asimismo, encuentro muy positivo que las actividades propuestas no precisen que los niños o las personas a las que vayan dirigidas tengan una determinada edad, sino que se pueden adaptar dependiendo de las características y necesidades de los participantes.

En general me ha parecido un texto muy enriquecedor que puede servir de ayuda tanto a maestros y maestras como a padres y madres que quieran que sus alumnos o hijos aprendan a la vez que se divierten.




                                                                                                              Ana María Morales Castilla.

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