Buenos días compañeros de aventuras, son
varios ya los días que hemos dedicado a conocer cómo surgió la literatura
infantil y juvenil. De tal forma que gracias a Teresa Colomer hemos podido
profundizar un poco más y de forma más concreta en la evolución que ha
ido experimentando en nuestro país. Por todo ello queremos compartir con todos vosotros las reflexiones y conclusiones a las que ha llegado una de las compañeras del grupo, pues quizás puedan servirnos como herramientas en nuestra búsqueda de nuevas aventuras junto a Alfredo, quién sabe... Así que adelante compañera:
"Tras lo comentado en clase en las últimas sesiones y especialmente a partir de la lectura del artículo de Teresa Colomer he podido reflexionar sobre un aspecto en el que no me había parado a
pensar antes, pues he tomado conciencia de que la mayoría de los cuentos que se
siguen narrando hoy en día, siendo los más conocidos tanto por niños como por
adultos, son aquellos que proceden de la tradición oral. Pero lo que más me ha
llamado la atención ha sido que el origen de estos no está en nuestra propia
tradición, sino en la de otros países europeos, como Alemania y Francia tal y
como estamos viendo en las exposiciones realizadas en clase. De esta forma me
doy cuenta de que cuando pienso en los cuentos que mis padres me narraban
cuando era niña ninguno de ellos es fruto de la tradición de nuestro país. Por
lo que considero que es una lástima que hayamos perdido esa parte vital de
nuestra cultura, sustituyéndola por la de otros países. Quedándonos quizás con
una única historia que no se corresponde directamente con la nuestra, tal y
como le sucedía a Chimamanda Adichie durante su infancia. Pues mientras que en
otros países del norte de Europa son más comunes las típicas casas de madera en
mitad del bosque esta es una imagen con la que no suelen estar en contacto los
niños y niñas en nuestro país y más concretamente en Andalucía. De ahí que
mucha gente cuando visita dichos lugares regresa afirmando que parecía todo “de
cuento”.
Así mismo
en relación con este tema me gustaría destacar a su vez que por medio de la
recopilación que ha hecho la autora del artículo he podido apreciar cómo han
sido numerosas las obras creadas para el público infantil y juvenil
expresamente. Y aun así las que predominan y son más famosas a día de hoy son
las que proceden de la tradición oral. Esto me lleva a pensar que esos
arquetipos de los que hemos estado hablando en sesiones anteriores tienen
verdaderamente algo especial, consiguiendo atraer al niño/a independientemente
del momento o el lugar en el que nos encontremos. Aunque hayan sufrido algunas
modificaciones con el paso del tiempo, pero las postas que componen la historia
siguen siendo las mismas siempre.
Para
finalizar no me gustaría concluir mi reflexión sin hacer referencia a la gran
influencia que pueden ejercer las primeras lecturas en el niño/a. Siendo este
un aspecto que se ha tenido en cuenta desde hace tiempo, tal y como muestra
Teresa Colomer en su artículo. Por lo cual al ser empleada la literatura
infantil como medio propagandístico, en algunas ocasiones, podemos ver por
medio de ella un claro reflejo de la sociedad en la que fue escrita la obra en
cuenstión a partir de sus características y la forma de narrar la historia.
Esto ha hecho que en muchas ocasiones nos choquen algunos cuentos y no
entendamos como se podían contar, pues no se ajustan a nuestra forma de ver el
mundo hoy. Sin embargo hay otras narraciones, como he mostrado anteriormente,
que nunca pasan de moda atrayendo constantemente a los más pequeños, pues
generalmente los que ponemos más trabas a las historias somos los adultos y no
los niños considerándolas en ocasiones no adecuadas por el mensaje que
transmiten. Mientras que los niños no encuentran problema alguno si les
interesa y les atrae lo que se está contando.
Bárbara
Tejado Cabeza"
Esperamos que os haya resultado interesante y de utilidad. Además os animamos a que os unáis y compartáis vuestra opinión sobre el tema.
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